
Nos esforzamos por estar siempre a la vanguardia de los avances de nuevas técnicas, nuevos tratamientos, etc, mediante el constante reciclaje . La prioridad es de un trabajo individual y personalizado para cada paciente; es fundamental por la intimidad como la atención por parte del profesional.
LA INCONTINENCIA URINARIA.
Es la pérdida involuntaria de orina. Existen tres tipos:
- De esfuerzo: Es el tipo más común de Incontinencia. La pérdida se produce al realizar cualquier movimiento o actividad física. La risa, el estornudo, el deporte, las carga de objetos pesados o el hecho de ponerse en pie o agacharse puede provocar escapes de orina que van desde unas gotas hasta un chorro.
- De urgencia: Consiste en la pérdida involuntaria e incontrolada de orina asociada a una necesidad imperiosa y repentina de orinar.
- Mixta: Es una combinación de Incontinencia de esfuerzo y mixta.

¿Por qué aparece?
Puede aparecer por una debilidad de los músculos que formar el Suelo Pélvico, cuyas funciones consisten en sostener los órganos en su correcta posición y la capacidad de contraerse puntualmente ante un esfuerzo, tos, estornudos, étc.
Las causas son: embarazo y parto, deportes de impacto, menopausia, tras intervención quirúrgica de próstata, prostatitis, carcinoma, estreñimiento crónico,…

FISIOTERAPIA HOMBRE: INCONTINENCIA URINARIA.
La incontinencia urinaria en el hombre es poco frecuente y, cuando ocurre, suele estar asociada a algún tipo de operación prostática (intervención quirúrgica por adenoma, carcinoma o prostatitis).
La obstrucción que ha supuesto la glándula prostática hipertrofiada, junto a los cambios anatómicos inevitables sufridos tras la intervención quirúrgica, producen una incompetencia esfinteriana que provoca una incontinencia urinaria posquirúrgica. Ésta aparece a menudo al mínimo esfuerzo (al estar de pie, al levantarse de una silla…).
El tratamiento de la incontinencia con fisioterapia favorece su desaparición. La fisioterapia iniciada entre las 4 y 6 semanas después de la operación evitará la atrofia esfinteriana por desuso y la aparición de malos hábitos permitiendo reducir notablemente el tiempo de incontinencia urinaria transitoria.
Cuando la cirugía ha provocado inevitablemente una lesión neurológica y tisular irreversible (causante de la incontinencia urinaria), pretendemos mejorar la competencia del sistema musculo esquelético a nivel abdominal y del suelo pélvico, con la intención de que el paciente sea capaz de gestionar correctamente las presiones intraabdominales. En la vida cotidiana acostumbramos a realizar pequeños y grandes esfuerzos, como son la risa, la tos, alzar la voz, estornudar, correr… que provocan aumentos de la presión intraabdominal. Uno de los objetivos de nuestro equipo será lograr que estos esfuerzos no impliquen el escape que acostumbra a deteriorar la calidad de vida del paciente.
EN EL HOMBRE EL DOLOR PELVICO PERINEAL
Dolor que abarca la pelvis y el periné. Este dolor puede tener diferentes localizaciones (región perineal, pubis, sacroilíaca) y puede variar en cuanto a forma de aparición (en las relaciones sexuales, en posturas prolongadas sentado o de pie, en esfuerzos, al orinar o al defecar, presencia permanente, etc.). Asimismo, su origen puede ser muy variado (infección de orina, traumatismo, intervenciones quirúrgicas, afectación neurológica, etc.).
Las prostatitis, los atrapamientos del nervio pudendo, los procesos inflamatorios osteo-articulares, el síndrome miofascial, son algunos de los ejemplos que encontramos a menudo entre los hombres diagnosticados de dolor pélvico perineal.
En este campo es especialmente importante que el paciente disponga de un equipo terapéutico multidisciplinar, en el que forma parte la fisioterapia del suelo pélvico.

EN LA MUJER EL DOLOR PELVICO PERINEAL
Este dolor puede tener diferentes localizaciones (vulvar, vaginal profundo, pubis, sacroilíaco, etc.) y puede variar en cuanto a forma de aparición (en las relaciones sexuales, en las posturas prolongadas sentada o de pie, en esfuerzos, al orinar o al defecar, presencia permanente, etc.); también puede ser muy variado su origen (infección de orina, traumatismo, partos complejos, intervenciones quirúrgicas, afectación neurológica, etc.).
A menudo es difícil llegar a un diagnóstico preciso que permita aplicar el tratamiento adecuado. Las vulvodinias, los atrapamientos del nervio pudendo, las congestiones pelvianas, los procesos inflamatorios osteo articulares, son algunas de las disfunciones que, a menudo, encontramos entre las mujeres que refieren dolor pélvico perineal.

EL PROLAPSO
Un prolapso de órganos pélvicos (POP) se define como el descenso de las vísceras que ocupan la pelvis (vejiga, útero o recto). Existe una clasificación de gravedad en función de la severidad del descenso y la cantidad de vísceras afectadas.
- Si desciende la vejiga se denomina cistocele o uretrocele.
- Si desciende el útero (o matriz) hablamos de histerocele.
- Si desciende el recto hablamos de un rectocele.
Entre los síntomas más comunes se encuentran el disconfort que provoca la sensación de peso u ocupación a nivel vaginal. En algunos casos, incluso puede observarse el bulto que asoma por la vagina.
¿En qué consiste una sesión?
En la primera consulta tendrá lugar un interrogatorio y exploración para determinar qué tipo de Incontinencia sufre y, de este modo, elegir las pautas de tratamiento que más se adapte a su patología.



Las técnicas consisten en:

- Fortalecimiento del Suelo Pélvico a través de ejercicios guiados por la terapeuta.
- Propiocepción para la toma de conciencia de los músculos que queremos ejercitar y mejorar la calidad de contracción.
- Electroestimulación muscular, específicos para los tratamientos de fisioterapia urogineproctológica, nos permiten mejorar el tono, la fuerza, la velocidad de contracción, etc. de los músculos que nos interese trabajar, de manera complementaria al trabajo que realiza el paciente además mejora la propiocepción, el control de los músculos cuando el paciente no sabe como utilizar estas estructuras, (LA SONDA ES UNIPERSONAL)
- Gimnasia Abdominal Hipopresiva.
NEUROMODULACION PERIFÉRICA
La estimulación del nervio tibial posterior ha sido estudiada y utilizada con muy buenos resultados en diferentes patologías
Tratamientos complementarios ,si fueran necesarios como: uso de bolas chinas, conos,..etc.
La mayoría de los pacientes recuperan el tono de la musculatura del Suelo Pélvico entre 6 semanas y 3 meses.